Tal como lo sugiere el título, Drucha se encuentra instalada en nivel 40, habiendo nivelado los últimos 15 niveles o más (no estoy seguro de cuantos exactamente) exclusivamente a través de PvP. La única excepción se produce cuando estoy en espera para ingresar a un battleground (BG), ya que mientras espero me dedico a matar mobs, aprovechando el bonus de 50% en experiencia por descanso.
Para que el lector pueda hacerse una idea de lo que puede esperar al nivelar a través de PvP: ayer jugué alrededor de una hora y media en BGs, alcanzando a hacer 3 Warsong Gulch (WG) y 1 Arathi Basin (AB). Resultado: comencé la sesión con 8% de XP para el próximo nivel, y terminé con 36%. Esto significa aproximadamente un cuarto de nivel en 1 y hora media de juego. Sin recordar exactamente el promedio de experiencia ganada haciendo quests, me aventuro a afirmar que es bastante similar en eficiencia xp/hora.
Pero en una actividad que consume varias horas sentado frente a una pantalla de computador, apretando teclas y moviendo un mouse, como es jugar WoW, existe un factor que es bastante más relevante al nivelar que la eficiencia xp/hora. Me refiero a cuan entretenido es el proceso de nivelar.
Al nivelar a Zico de 1 a 80 principalmente a través de quests (y algunas instancias ocasionales), pude conocer y disfrutar de Azeroth: recorrer los excelentemente ambientados Tirisfal Glades y Silverpine Forest, disfrutar los espacios abiertos y la costa de Arathi Highlands, conocer las corruptas tierras de la peste, perderme en Terokkar Forest (unas de las zonas con menor música del juego) y en verdad disfrutar muchas de las quests de Northrend, las que están muchísimo mejor diseñadas que las de WoW original, e incluso Burning Crusade. Además, con las quests fui poco a poco impregnándome de la historia de Azeroth. Pero principalmente, haciendo quests con Zico pude experimentar la inmensidad de Azeroth, lograr esa sensación de estar recorriendo un mundo amplísimo, no solo espacialmente, sino que en cuanto a quests disponibles, personajes, historia, paisajes, etc. Por su parte, con Drucha tuve el placer de nivelar en una de las mejores zonas de inicio del juego: Eversong Woods y Ghostlands. Estas zonas fueron incluidas al juego con la expansión Burning Crusade, y significó un sustancial avance en el diseño de las zonas y las quests.
Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, una vez llegué a mediados de los 20 con Drucha, se me hizo terriblemente fome y poco atractivo seguir haciendo quests, especialmente cuando llegado a Thousand Needles y los NPCs me empezaron a enviar a distintas zonas repartidas por todo el continente.
Es ahí cuando comencé a mirar al mundo del PvP, el que se me hizo muchísimo más atractivo con la introducción a través del Patch 3.2 de la posibilidad de ganar experiencia a través de los BGs.
Nivelar a través de BGs ha sido tremendamente entretenido y desafiante. Acá algunas ideas al respecto:
- Se tiene la sensación de estar constantemente avanzando y perfeccionando las técnicas en PvP, ya que para destacar es necesario conocer perfectamente las habilidades de tu clase y la mejor forma de ocuparlas. En contraste, haciendo quests es muy poco lo que se le exige al jugador en cuanto uso de habilidades o destreza.
- Es muy clara y directa la forma de mejorar mi equipo. A estas alturas, haciendo AB y WG, mis posibilidades de mejorar mi equipo están acotadas a los PvP Rewards que entregan estos BGs, más los premios de PvP que se dan en el Hall of Legends de la Horda. Esto me permite definir en forma clara mis próximas adquisiciones, y enfocarme en hacer los BGs que en me permitan cumplir más rápido con mi próximo objetivo.
- Cada partido de BG es distinto (o al menos lo suficiente para volver a jugar una y otra vez los únicos 2 BGs que puedo hacer al nivel de Drucha). Los objetivos son los mismos en cada BG, pero las situaciones que se dan en cada partido son siempre cambiantes.
- En general, hacer PvP es muchísimo más desafiante que hacer quests, y por lo tanto, mucho más entretenido, que es lo que, al final de cuenta, uno busca jugnado a un juego, pasarlo bien.
En conclusión, creo que el proceso de nivelar a un personaje a través de quests es necesario hacerlo al menos una vez, ya que permite conocer la inmensidad de Azeroth y la cantidad de contenido que Blizzard ha ido desarrollando para este juego. Sin embargo, si haciendo quests el nivelar se transforma en algo monótono o derechamente aburrido, recomiendo explorar la alternativa del PvP, que abre todo un abanico de desafíos y posibilidades de conocer y jugar mejor tu clase. Cuando Drucha llegue a nivel 68, es probable que vaya a Northrend a iniciar las quests en Borean Tundra para conocer la zona (ya que con Zico comencé haciendo quests en Howling Fiord), y ver si el mejor diseño de esas quests me hacen olvidarme por un rato de los BGs.
