miércoles, 8 de abril de 2009

Casual Gamer


Llevo jugando varios meses WoW, y tal como me delata la Armory, Zico todavía no llega a nivel 80. Seré más preciso, llevo más de 8 meses jugando WoW y estoy en nivel 73. Eso se traduce, en términos gruesos, en alrededor de 9 niveles por mes, osea un poco menos de 2 niveles y medio por semana. No estoy considerando mis vacaciones de verano, en las que no jugué por dos semanas, pero el objetivo no es ser exacto sino que dar una idea de mi ritmo de avance.

Considerando los estándares en la comunidad WoW (al menos la comunidad que es posible conocer a través de blogs y foros), caigo de lleno en lo que comunmente se denomina "jugador casual". Pero lo que me llama la atención es que con la cantidad de tiempo que he invertido en WoW, que en mi opinión no ha sido poco, solo sea suficiente para ser catalogado de "jugador casual". Desde otro punto de vista, y según lo ve la gente que tengo alrededor (familia, amigos, etc.), soy un jugador bastante hardcore: juego al menos 4 veces a la semana, y cada sesión es de entre 2 y 3 horas, a veces más. No voy a hacer el cálculo, pero eso, bajo mis estándares, es bastante tiempo a la semana dedicado a una sola cosa. Osea, WoW es, indudablemente, un juego que exige invertir cantidades considerables de tiempo para jugarlo al menos en forma "casual". No quiero ni pensar en la cantida de tiempo que exige WoW para un jugador hardcore. Pienso que la explicación a la alta demanda de tiempo que requiere WoW está en el modelo de negocios de los MMO en general, basados en suscripciones periódicas: la compañía que desarrolla el juego intenta maximizar los ingresos que produce una cantidad determinada de contenido. Por lo tanto, se requiere que el "jugar" o "completar" el contenido desarrollado, demande mucho tiempo de juego, lo que se traduce en suscripciones que se mantienen vigentes tiempos más largos, y por consiguiente, mayores ingresos para la compañía. 

En todo caso, no tengo ningún problema con el tiempo que me ha tomad nivelar a Zico. Por el contrario, he disfrutado estos 8 meses de peregrinaje por Azeroth, me he tomado el tiempo de apreciar el diseño de las zonas, de recorrer lugares especialmente evocadores y bien logrados, de sentir la emoción de descubrir por mi mismo lugares interesantes o aspectos relevantes del juego (todavía me acuerdo cuando descubrí que podía volar en vez de caminar de un lugar a otro, y tomé mi primer vuelo desde Undercity a Silverpine Forest). Incluso, he sentido verdadera nostalgia al volver a las zonas en donde deambulaba cuando era un pobre undead semi desnudo y primerizo, especialmente Tirisfal Glades, que sigue siendo uno de mis zonas preferidas de Azeroth: el ambiente gótico de sus pueblos (Brill, Deathknell); la música, tenue y oscura; Agamand Mills, una de las zonas mejores logradas en Azeroth, etc.

En resumen, soy un jugador casual, que siente que juega mucho, que le ha tomado mucho tiempo nivelar a su personaje principal, pero que, al final de cuentas, ha disfrutado cada segundo del viaje.

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