lunes, 20 de abril de 2009

Mi estreno como healer

Ayer fue mi estreno como healer. Drucha fue invitada a su primera instancia, y entró orgullosa en las catacumbas ardientes que se encuentran bajo Ogrimmar, decidida a no dejar morir a nadie.

Por primera vez entré en una instancia con un objetivo distinto que el de generar daño, dolor y sufrimiento a mis enemigos. Por primera vez pude mirar en la pantalla otra cosa que no sean las barras de DoTimer consumirse y superponerse unas a las otras, atento a un proc de nightfall que nunca llega. Por primera vez, fui un healer.

El lugar del estreno fue Ragefire Chasm (RFC). Esta instancia siempre me gustó por dos razones: (i) lo bien logrado del dungeon en lo relativo a su ambiente, oscuro, minimalista, de paredes de roca interrumpidas únicamente por piscinas de lava incandescente; y (ii) la simpleza de su diseño y sus peleas, lo que se explica por ser la primera instancia disponible para personajes de la Horda. Con Zico nunca pude terminar RFC, los PUGs con los cuales intenté completar esta instancia eran un desastre. Más adelante, cuando Zico ya era de niveles superiores, hice esta instancia solo para buscar tejido de algodón, pero la verdad es que no fue una experiencia completa como si lo es hacer instancias en grupo.

El grupo en cuestión estaba conformado de la siguiente forma:

- Tanque: paladín blood elf, nivel 20;

- DPS: (i) rogue orco (no recuerdo el nivel); (ii) una bruja blood elf, nivel 14; y (iii) una cazadora blood elf, me parece que nivel 13.

- Healer: yo, blood elf priest, inicié la instancia en nivel 14 y la terminé en nivel 15.

Sobre mi desempeño como healer, debo decir que estuve a la altura de las circunstancias. A pesar de eso hubieron cuatro muertes en la corrida: dos mías y dos del tanque. Para intentar salvar mi honra ante lo ocurrido, paso a explicar brevemente lo que pasó. Mi primera muerte se debió a mobs que se fueron encima mío, sin que el tanque pudiera recuperar el aggro. La segunda se debió a que, estúpidamente, confundí al VW de unos mobs con el de la bruja que estaba con nosotros, por lo que avancé directo al grupo de mobs creyendo que era mi grupo. Como podrá imaginar el lector imaginativo, en dos segundos había acaparado todo el aggro sobre mí, y dos segundos después estaba muerto. Respecto del tanque, las dos veces que murió fue por no esperarme a que llegara del cementerio, la primera, y que recuperara mi maná la segunda. Aparte de eso, el tanque hacía bastante bien su pega de mantener el aggro sobre él.

Los DPS nunca murieron, y de hecho prácticamente me olvidé de la bruja y la cazadora. El rogue, quien genera daño de melee y estaba más expuesto a los ataques de los mobs, recibía daño en forma esporádica, pero nada grave.

Avanzamos bastante rápido en la instancia, y en alrededor de 45 minutos habíamos limpiado RFC.

A continuación mis impresiones sobre el rol de healer:

- Es, definitivamente, muy entretenido e interesante ser healer. Al revés de algunos comentarios que leí en algún blog alguna vez, ser healer me permitió estar más involucrado en la acción, y observar como se desarrollaban las batallas. Esto se puede deber a que el affliction warlock es una clase cuya rotación de hechizos es bastante compleja, y requiere estar muy concentrado en los tiempos de tus DoTs y los procs que puedan surgir. Esa complejidad hace muy difícil estar atento a lo que ocurre alrededor tuyo. En cambio esta vez tuve mucho más tiempo de observar lo que ocurría con los demás miembros del grupo, especialmente con nuestro tanque y el rogue. Me imagino que se debió a que fue una instancia fácil para un healer, con un tanque de nivel alto, y además paladín, lo que significó que se hiciera bastante sanación a si mismo.

- A pesar que hubieron muchos momentos en que estaba cerca de acaparar el aggro (y en algunos casos lo hice con las consabidas consecuencias), ni siquiera se me ocurrió utilizar Fade, un hechizo que reduce tu threat. Debo preocuparme de estar atento a mis habilidades y poder aplicarlas en forma efectiva a las distintas situaciones que se me presentan.

- Mi rutina como healer fue básicamente Lesser Heal en el tanque, Renew en el rogue cuando recibía daño, para volver a concentrarme en el tanque, renew en el tanque cuando su salud bajaba muy rápido, y Power Word: Shield un par de veces en ambos. Nada difícil, efectivo.

En resumen, espero seguir haciendo instancias con Drucha y seguir conociendo las cantidades de instancias que existen en Azeroth.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo